miércoles, 27 de junio de 2018

Capítulo 4. Volver (O de cómo dejar la pataleta)

Y bueno, aclarados algunos puntos y superadas algunas situaciones, estoy de vuelta, o bueno, estamos de vuelta.

Querer no es fácil, quererte no es fácil; amar es más difícil, amarte es mucho más complejo aún. ¿De qué otra manera hacer las cosas?

 - Pues complicando menos las cosa ¡gran pendejo!

Claro, todo sería más fácil si no se hablara de sentimientos, pero son los principales invitados a ésta travesía.

¡Te amo Mí Tatiana!

Pero me jodes...

O será ¡qué me jodo yo solito?

¡Bahhh!

- Todo sería más fácil si...

Maldita frase de derrota anticipada...

Pues nada, hay que luchar, hay que pelear, hay que guerrear, no todas se pueden ganar, pero todas si se pueden luchar y eso ya es ganancia, eso significa que si vamos con toda, todas se podrán ganar.

Cuando amo dejo todo y eso pienso, quiero hacer y estoy haciendo.

Entonces y siendo así... ¡A luchar vida hijueputa y el primer paso es dejar la pataleta!

Banda sonora:


sábado, 26 de mayo de 2018

Capítulo 3. Miedo (o de cómo me aterra mi vida sin ella)

Vamos a ser sinceros, ella no es la locura, me puse a buscar sus defectos y encontré un millar...

- ¿Acaso es grave que no cumpla algunos parámetros autoimpuestos?

¡Jah! ya me los he saltado antes y con consecuancias nefastas, la duda me invade... y aquí empiezo a pensar un millón de alternativas:

-Si sigo así mejor me voy haciendo a la idea de ser gay.

Pensando mejor las cosas ni para gay sirvo, tal vez sea mejor así, no imagino una verga en mi trasero, mucho menos en mi boca... Pero bueno, de eso no se trata, no por ahora, por ahora se trata de bajarla del pedestal, de no hacer lo mismo de siempre, de derrumbar la idea, de derrumbar el constructo, de verla a ella tal como es, con la fibra expuesta, con sus defectos, sin la perfección que le adicionan mis ojos, sin ese aroma a nirvana que le otorga mi olfato... sin su maldito pelo negro...

Y me fijo en detalles, empiezo a encontrar las grietas en La Gioconda, y soy feliz... encuentro que no es todo eso que mi cerebro construye... pero de nuevo vuelvo a hacer mal el ejercicio, encuentro tiernos sus defectos... empiezo a creer que la perfección está es en lo particular, lo fuera de serie, lo no común...

- ¡A la mierda!

Valiente cerebro me gasto yo, ¿no que muy rápido? ¿no que muy bueno? ¿no que pura razón?

- ¡Pura mierda!

Cuando los sentimientos invaden se apela a lo más básico, al bulbo raquídeo, a sitios donde la razón bilógicamente no entra, donde no se puede gobernar... valiente maricada... enamorarse y amar, es desnudar al ser humano hasta su núcleo, ¿quieres joder a cualquiera? encuentra su pasión, encuentra su amor y lo vas a tener con la fibra expuesta.

Con la fibra expuesta estoy... me jodí desde el primer día, ¡maldita sea! ¿por qué no me quedé quieto? ¿acaso me jodí yo mismo por mi obsesión con las pelinegras?...

- ¡Qué forma tan pendeja de joderme!

Valiente razonamiento el que me gasto...

- Así vamos a llegar muy lejos Camilo.

Si lo pongo en la balanza de la belleza, del parámetro del mundo occidental latino de la belleza pues mi pareja la inclina a su favor... soy un maldito desgracido, un malnacido, ni que fuera Brad Pitt... pero debo tener algo de lo cual aferrarme para sacarla de la urna de cristal en la que inconscientemente la metí...

Éste es un capítulo que queda inconcluso... tan inconcluso como cada capítulo anterior... tan innconcluso como siento que quedo sin ella...

- ¡Porque sinceramente me aterra mi vida sin ella.!

Banda sonora:



viernes, 25 de mayo de 2018

Capítulo 2. Dormir (o de cómo nos jodimos la entrepierna)

Desperté, puedo decir que desubicado pero no fue así, ella yacía a mi lado tal cual habíamos quedado cuando el sueño nos ganó, su cabello... sí su cabello, aquel que fue lo primero que ví en ella, ese largo, liso y hermoso azabache que me perseguirá para siempre... su aroma, así debe oler el cielo, así debe ser alcanzar el nirvana, total si no es así y si es el mismo infierno el que tiene su aroma hasta allá iré con gusto.

Me permití quedar así un par de minutos, un par de eternidades, dejo mi mejilla sobre su cabeza, mi movimiento le perturba la profundidad de su sueño y siento envidia de los sueños que le traen tanta calma y paz a su hermoso rostro... no me resisto, la abrazo y susurro:

- Te amo...

Si ella me escuchara me mata, nadie ama en tan poco tiempo, pero lo que ella no sabe, lo que ella desconoce es lo perfecta que es... lo sublime que representa para mí su presencia. Su pareja la espera, mi pareja me espera, sabemos que no está bien... aún así aquí estamos disfrutando del cuerpo del delito, disfrutando de dos cuerpos imperfectos en perfecta sincronía, en perfecto caos...

Ella despierta, tampoco despierta alterada, la paz y la calma de sus sueños la persigue hasta éste mundo, no voltea a mirarme, solo se esconde más en mi pecho, quiere que la abrace más y yo me niego a creer que tanta ternura hubiese estado cabalgando mi ser como una desaforada amazona hace menos de media hora.

La ropa está por toda la habitación, sus panties, mis medias, mi verguenza, sus miedos tirados por ahí donde a nadie le importan, donde a nadie hacen daño.

- No te vayas, no te vayas de mí....

..pensé para mis adentros; inmediatamente volví a razonar:

-No puede ser posible, no puedo permitirlo.

La puta razón, la berraca e infame razón, la que arruina felicidades. El cumplir con el parámetro social siempre fue lo mío... jajaja a quién engaño, solo me la paso aparentando ser correcto y disfrutar cada momento que me salto las leyes y pienso:

- ¿Será eso?

Nahhh, también he sido infiel otras veces y ésto está mal no porque sea infidelidad sino porque cada arremetida de mi cuerpo al suyo, cada vuelta de su cadera a mi entrepierna se siente en el alma y no en el cuerpo.

Por favor, que no te guste tanto como tú me fascinas a mí, si ya es complejo lidiar con lo poco que hemos hecho, no quiero imaginar el resto. Hay algo diferente en lo que siento y en lo que hago. Me traicioné, taricioné el principio de sexo sin arrunche...¿qué carajo hay de diferente con ella? ¿por qué la abrazo como un naufrago a su último pedazo de balsa? ¿qué mierda me hiciste maldita pelinegra? ¿por qué soy feliz y no siento ningún remordimiento? ¿por qué la culpa me abandona y solo me queda la sonrisa que dibujan mis labios y esconde un bigote de tres pelos?

-Tatiana...

Su nombre es demasiado poderoso, ruso tenía que ser, el más poderoso en mi mitología, ya me había causado problemas antes, lo más normal era que me los causara ahora... correspondo a su pedido de refugio y la abrazo gentilmente pero con algo de fuerza...

- Jajaja, fuerza.

Si estuvieramos en la època de las cavernas no serviría ni de carnada, soy un simple desgalamido... y ella perfecta, hermosa, divina, bella, linda, bonita... del pelo al alma. De su alma a la mía, a mi felicidad...

Nos incorporamos, ya fue suficiente de pasear por las nubes, a volver a la otra felicidad, a la que tiene feliz al resto de gente por conservar los parámetros sociales... al primer movimiento de ella y a mi primer movimiento sentimos exactamente lo mismo, qué delicia fornicar así...

Pero con todo y todo nos duele el cuerpo... nos jodimos la entrepierna.

Banda sonora:


jueves, 24 de mayo de 2018

Capítulo 1. El comienzo. (o de cómo me empecé a envidear)

Consulto de nuevo el reloj del teléfono y pienso:

- Mierda, no falta mucho.

Sigo naufragando inútilmente por Facebook buscando nada, encontrando nada, no puedo evitar pasar por el perfil de una que otra vieja. Se repite la operación:

-Visitar perfil.
-Fotos.
-Inserte nombre del paseo más reciente a la playa.
-O en su defecto el paseo a la piscina en el veraneadero más cercano.

La "morboseo", sacio la necesidad de verlas en vestido de baño, me siento feliz, me siento una mierda... Recuerdo que tengo pareja, que está que se parte de lo buena. Una pelirroja en tercer grado (abuela pelirroja, madre ya no tan pelirroja y ella tiene visos pelirrojos naturales), linda, de ojos claros (jamás me gustaron los ojos claros, pero como al que no quiere caldo se le dan dos tazas...). Ha pasado una eternidad y solo 3 minutos en el puto reloj:

-05:13 p.m.

Me dedico a hacerme el pendejo. Leo una tres páginas de "The Game of Thrones" sexo mentiras y engaños... todo más fácil que en la vida real. Me pienso afortunado, estoy haciendo prácticas académicas, me siento el rey del mundo, no puedo evitar pensar en la imagen de Titanic famosa por los memes.

Otra eternidad:

-05:14 p.m.

Voy guardando mis pertenencias en mi maleta, no acostrumbro a dejar nada, siempre he pensado:

- Debe ser una completa falta de consideración que si me llego a morir, alguien tenga que recoger el reguero de cosas que pueda dejar por ahí.

Empaco todo, hasta la "coca" del almuerzo, ya empieza a oler raro, no puedo evitarlo, tengo un olfato por fuera del promedio y eso que lo vivo aturdiendo a punta de cigarrillo desde los 13 años.

Por fin:

-05:15 p.m.

Me levanto como un resorte de la silla, tomo mi casco, mis guantes, salgo disparado rumbo al sótano, rumbo a mi bici, rumbo a la libertad, rumbo a sus brazos, rumbo a sus labios y como no... mi mano rumbo a su perfecto trasero. Emprendo el viaje a toda velocidad, definitivamente hay mucho imbécil con licencia para conducir, y pienso:

-Jajaja, también soy uno de esos, solo que en bici me queda más fácil esquivarlos.

Llego a la portería de la 26, la portería de las bicis, saludo al vigilante, siempre he tenido la costumbre de crear familiaridad en los sitios a los que acudo con frecuencia, sirve mucho si te quiere saltar las normas, nunca está de más alguien con algo de poder que te diferencie de los demás. Llego, la veo, la abrazo, la beso y sí... le agarro el trasero, ese hermoso, tierno y suave trasero más blanco y redondo que la luna. Intercambiamos anécdotas del día, me quejo como siempre, ella me escucha, se queja como siempre, la escucho.

El emparedado de siempre, me gusta mucho el jamón y el queso, puedo prescindir del pan. Y la acompaño, la beso, la abrazo y sí... le agarro el trasero. Empiezan 2 horas de hacer nada, busco a Jeca, compañera de desgracia, tinto y cigarrillo. Me dirijo con la Sra. Smith (mi bici, sí, así se llama) en la mano rumbo a las materas del Polideportivo, la veo a lo lejos, me alegra, serán muchos cigarrillos y una buena tertulia.

Hay algo diferente, Jeca habla con alguien, no veo bien quien pueda ser, no la encuentro en mi base de datos, solo veo su espalda, me voy acercando, mierda, es pelinegra, algo en mí se mueve, no le presto la atención debida, no suelen existir muchas mujeres de esa especie que sean muy bonitas.

Llego y saludo a Jeca, intercambiamos un beso en la mejilla, sacamos un par de cigarrillos, me niego a saludar a la interlocutora, me niego a verla, grave error, en retrospectiva pienso que debí hacerlo primero. Con el cigarrillo en la boca aspiro una gran bocanada, ahora sí me permito verla y en ese instante me dije a mí mismo:

- ¡Carajo sí que es linda!

Y sí... obviamente no le toqué el trasero pero fue ahí donde... me empecé a envidear.

Banda sonora de fondo

https://www.youtube.com/watch?v=128zFnSHKCs

Capítulo 4. Volver (O de cómo dejar la pataleta)

Y bueno, aclarados algunos puntos y superadas algunas situaciones, estoy de vuelta, o bueno, estamos de vuelta. Querer no es fácil, querer...